1.6.12

Al día de hoy...

A día de hoy he recordado esa frase que me dijo alguien alguna vez : El corazón es un mal alumno, un mal estudiante que siempre deja el amor pendiente para septiembre. A día de hoy puedo decirte que me han mentido demasiadas veces con un "Te Quiero" y yo me lo he creído, puedo decirte también que prometí casarme con el chico de los ojos verdes y que luego descubrí que tenía cosas mejores que hacer en mi vida. Ayer le dí todo mi amor a alguien que no supo valorarlo, a día de hoy estoy aprendiendo a dárselo a alguien que sí merece la pena, estoy viviendo el amor sin miedo, porqueel amor existe y yo nunca dejé de creer en él. El amor está aquí, entre todos nosotros, en tu calle o en la mía, y no es enamorarse, enamorarse es tan solo la infancia del amor. El verdadero amor es no poder recordar el instante preciso en el que te enamoraste de Él, es sentir en cada susurro las palpitaciones de tu corazón que nunca ha dejado de enamorarse.
El amor no tiene sentido, ni razón. Nadie podrá explicártelo nunca. El amor no es teoría, pero tampoco es práctica. El amor no es algo corriente, es un tesoro. No es un beso, ni dos, ni un Te Quiero, ni un millón. El amor es ridículo, es pura locura mezclada con algo de estupidez pero ¿sabes? es de ahí de donde proviene su magia.

Tú y ...

Me gustas Tú. Tú y tus miradas magnéticas, tus palabras exactas y el eco de tus sonrisas. Tú y tus promesas que se cumplen. Tú. Tú y el sabor a miel que deja tu nombre en mis labios después de pronunciarlo. Tú y tu manera de cantar dedicándome cada palabra, tu manera de calmarme con una voz dulce y tu manera de volverme salvaje con apenas dos palabras. Tú y tus exhalaciones que se mezclan con la madrugada. Tú y tu risa sincera. Tú y el perfecto puzzle que forman nuestros labios. Sin lugar a dudas me gustas tú y hasta el último milímetro de ti. Me gustas tú y el sabor de tu piel al despertarte, tú y la manera en la que me revuelves el pelo hasta dejarlo irreconocible. Tú y el tacto de tu piel al roce con la mía. Tú y tu manera de quitarme la ropa y acariciarme con tan sólo una mirada. Tú y el estruendo que dejan tus palabras al romperse en mil pedazos después de colgar. Me gusta que seas un príncipe azul encerrado en pleno siglo XXI. Me gusta ser tu princesa. Me gustas tú. Tú y tu forma de ser y tus miradas que funden mi alma. Me gustas tú y dormir los viernes por la noche oyendo tu voz. Me gustas tú desde aquel día, y quien sabe, quizás desde antes de nacer.